Hallstatt es el pueblo más bonito de Austria, título que se ha ganado con sus perfectas casas tirolesas ayudado por un paraje impresionante. Disfrutaríamos durante toda la mañana del pueblo y la zona, incluso de algún baño en el lago para después pasar la tarde en Salzburgo.
Hallstatt
El pueblo más bonito a orillas de un lago es como no puede ser de otra forma, super turístico. Uno de los lugares más visitados y más fotografiados de Austria y no solo por haber sido la inspiración de Disney en Frozen. Hallstatt es un pequeño pueblo localizado en una zona montañosa a unos 73 km al sur del Salzburgo, a orillas del Lago Hallstatt.
Hallstatt es un pueblo pequeño muy agradable para conocerlo dando un pequeño paseo, y recorrer los puntos más importantes. Pero antes un par de cosas si viajáis en coche. Al pueblo no se puede acceder con el coche, solo para los habitantes. De modo que hay un par parkings de pago. El más cercano a uno 5 minutos y otro más alejado a unos 20 minutos.
Aunque cuando se pasa por la zona se ven coches aparcados en el arcén de la carretera y parece que nadie pone multa, pero eso ya es vuestra decisión…
Cuando paseas por el pueblo tienes la sensación de encontrarte en un lugar en el que se ha parado el tiempo, las casas pintadas con techos de madera, tiendas artesanales y un intenso olor a curry. Destacan sus dos iglesias, y la plaza en la que se suelen colocar puestos de artesanos, de especias y de sal, una de las especialidades de la zona.
Os recomendamos acercaros a la Iglesia Católica, la que está más cerca de la montaña. Tiene un cementerio antiguo con más de 1000 cráneos decorados y unas bonitas vistas del lago.
La visita a Hallstatt no está completa si no se pasa por sus miradores, desde donde está tomada la foto más famosa del pueblo.
Si tienes tiempo, se pueden alquilar embarcaciones para dar un paseo por el lago y disfrutar de cerca de los patos, ocas y cisnes que viven en la zona. Si no, siempre puedes darte un buen baño en el lago como hizo Carlos.
Salzburgo en un día
El viaje continuaba y nuestra siguiente visita es la ciudad de Mozart, Salzburgo. Ya antes de llegar sabes que es una gran ciudad, desde lejos se ve la increíble Fortaleza Hohensalzburg y cuando te adentras bordeando el río Salzach las sospechas se confirman.
No habíamos comido y empezaba a ser tarde así, que hicimos el checking en el hotel y salimos corriendo a la calle para encontrar un sitio donde comer. El hotel está al lado de la montaña Kapuzinerberg y en la zona a gran cantidad de restaurantes donde poder disfrutar de un buen codillo con guarnición y una cerveza.
Con las fuerzas cargadas nos ponemos en marcha para descubrir la ciudad. La zona más turística esta al otro lado del río, donde está la fortaleza. Empezamos el paseo cruzando por uno de los fantásticos puentes y pasamos por delante de la famosa casa natal de Mozart. Esta casa es en la que vivió el genio de la música durante sus primeros 26 años de vida junto a sus padres y su hermana. Es uno de los museos más visitados de Austria, pero nosotros decidimos no entrar, no lo encontramos de interés.
Centro de Salzburgo
Bajamos por la calle comercial de Salzburgo, Getreidegasse, pero no tardamos mucho en perdernos por las calles de Salzburgo hasta aparecer en la Plaza Residencial. La plaza recibe el nombre por estar entre la antigua residencia y la nueva residencia. En la plaza también se encuentra la catedral Dom y el carrillón Glockenspiel. La Catedral de Salzburgo es uno de los monumentos más importantes de la ciudad y uno de los más importantes en la zona alpina. Construida en el centro de la ciudad y con influencias italianas, aunque tuvo que ser reconstruida después de la segunda guerra mundial a causa de los bombardeos.
Junto a la catedral se encuentra el Glockenspiel, el carrillón de 35 campanas que demuestra que Salzburgo es la capital de la música no solo por ser la ciudad natal de Mozart. Y no es para menos, el carrillón cuenta con un repertorio de 100 piezas musicales que suenan 3 veces al día, a las 7, 11 y 18h.
Al otro lado de la Catedral Dom se encuentra la Kapitelpltz, famosa plaza a la sombra de la Catedral y con unas vistas magnificas de la Fortaleza Hohensalzburg.
Desde la plaza Residencial cruzamos hasta la entrada principal de la Catedral a través de los arcos que están en uno de los laterales de la plaza y desde ahí vamos directos a la Abadía se San Pedro. Este pequeño rincón a los pies del monte Mönchsberg es una de las maravillas de Salzburgo y no solo por la impresionante Abadía, sino también por el cementerio y las catacumbas que se encuentran en el recinto. Tal es el encanto del sitio que fue uno de los escenarios de Sonrisas y Lágrimas.
La abadía es uno de los monasterios más antiguos de la región, la visita está incluida en la entrada de la Catedral Dom. Junto a la abadía se encuentra uno de los cementerios más antiguos del mundo. Varias personalidades de la ciudad se encuentran enterrados aquí, entre ellos la hermana de Mozart. Paseamos por el cementerio impresionados por las tumbas y las criptas de estilo gótico hasta llegar a la entrada a las catacumbas. Excavadas en las profundidades de monte Mönchsberg fueron el lugar de reunión de los primeros cristianos de la historia. Las catacumbas se pueden visitar durante todo el año, no os lo podéis perder.
Fortaleza Hohensalzburg
A estas alturas de la tarde a llegado el momento de tomar la fortaleza. Nos disponemos a subir a la cima, pero antes hay que sacar la entrada. Hay dos opciones de entradas, una un poco más económica (10€ por adulto) que te permite subir a la fortaleza, pasear por los patios y subir a la torre para disfrutar de las vistas. Y una entrada un poco más cara (12.9€ por adulto) que te permite entrar en las estancias de la fortaleza y disfrutar de la representación que hacen en las habitaciones.
Nosotros optamos por la opción más económica y pasar directamente a disfrutar de las vistas de Salzburgo desde las alturas. Para nuestra sorpresa y alegría, no es necesario subir caminando hasta arriba. Un funicular hará el trabajo por nosotros, todo un alivio.
Dentro de la fortaleza poco hay que ver en los patios, pero a medida que vas subiendo por las murallas y la torre las vistas son impresionantes. Una panorámica de 360 grados de Salzburgo y del río atravesando la ciudad. Sin duda una de las mejores fotografías del viaje.
De nuevo en las calles, no podíamos irnos sin visitar la Sphaera. Una esfera dorada con un hombre encima en la plaza Kapitelplatz escultura del escultor alemán Stephan Balkenhol. No es que tenga nada en especial, pero llama la atención. Existe otra escultura de este artista en la ciudad, La Mujer en el Peñasco. Aunque nosotros no la encontramos, aunque hay que decir que tampoco la buscamos…
Como el día había sido largo, y haciendo un esfuerzo por adaptarnos a los horarios austriacos buscamos un lugar para cenar. En las cercanías del hotel, como habíamos visto en la hora del almuerzo, buscamos un lugar donde cenar. Nos dejamos guiar por la gente y entramos en un bar lleno de gente local, con la suerte de encontrar un camarero hispano que nos recomendó uno de los platos típicos del Tirol. Cenamos las famosas albóndigas Speckknödeln. Un plato contundente de albóndigas rellenas de bacón con guarnición, aunque lo típico es tomarlas con sopa. Sin duda una buena cena para recuperar energía y así poder terminar de ver la ciudad el día siguiente.