
Antes de continuar con el viaje para visitar el campo de concentración Mauthausen y llegar hasta Linz, una de las ciudades más importantes de Austria. Teníamos pendientes algunas paradas obligatorias antes de abandonar Salzburgo.
Palacio de Mirabell
No podíamos dejar la ciudad sin ver una de las visitas más destacadas, el Palacio y los Jardines de Mirabell.
El palacio, a pesar de tener uno de los salones de mármol más hermosos del mundo, exteriormente es un edificio que no destaca entre la arquitectura de Salzburgo. Algo que no ocurre con sus jardines, simplemente son los más bonitos de la ciudad. Conservan rasgos del diseño geométrico original típico del barroco y las vistas perfectas de la catedral y la fortaleza lo convierten en un lugar impresionante.
Cuando vamos paseando por los jardines nos llama la atención la fuente de Pegaso con las esculturas que simbolizan los cuatro elementos, tierra aire, agua y fuego.
Los jardines de Mirabell son una visita bastante rápida, pero tampoco tenemos tiempo para mucho más porque tenemos que continuar nuestro viaje.
Mauthausen Memorial
Testigo de las atrocidades de la historia reciente del mundo, el campo de concentración de Mauthausen fue reconstruido como el campo original. En 1938, cinco meses después de la invasión alemana en Austria, el campo entro en funcionamiento. Elegido por la cantera de granito, se utilizaba a los presos para trabajar en la mina. El granito era destinado a la construcción de monumentos afines al régimen.
Con el paso del tiempo llego a ser uno de los campos más duros, llegando a ser clasificado como de categoría III, categoría máxima en los campos de concentración. Los presos que llegaban a Mauthausen provenían principalmente del este de Europa, aunque fue el campo de destino para la mayoría de los españoles.
Llegamos al parking del Mauthausen Memorial, ver las murallas que cerraban el campo pone la piel de gallina. Inmensos muros de piedra y puertas de hierro cierran el recinto. La entrada al recinto es gratuita, por lo que en la taquilla solo tenemos que recoger la audio guía y el mapa.

Una vez dentro del Memorial lo primero que nos encontramos son dos hileras de barracones que tenían diferentes funciones, entre ellos cocina y enfermería. Nos impresiona mucho en el sótano de la enfermería, las salas que estamos viendo fueron el lugar de miles de ejecuciones.

La primera sala, totalmente hermética, con una especie de duchas en el techo y una gran puerta de hierro, es la cámara de gas. Al lado una sala totalmente cubierta de azulejos vacía y un pequeño desagüe en el centro de la habitación, es la sala de ejecuciones donde los prisioneros eran fusilados con un tiro en la nuca. En la tercera sala se conservan varios hornos del tamaño de una persona.
Con un mal cuerpo increíble salimos a la calle de nuevo. Continuamos visitando el Mauthausen Memorial, el resto de barracones, el campo de mujeres.
Cantera de granito
Para llegar a la cantera pasamos por el parque conmemorativo que esta contiguo a la zona de barracones. En este parque, desde 1950, las naciones a las que pertenecieron las victimas erigieron monumentos conmemorativos, algunas de estas naciones ya no existen.
Cuando llegamos a la parte de arriba a la cantera de granito impresiona ver la escalera de la muerte, 186 escalones por los que los presos eran obligados a subir con los bloques de 50Kg que arrancaban de la montaña.
Bajamos hasta la base de la cantera, hoy en día, no quedan restos de los trabajos que se realizaban cuando el campo estaba en funcionamiento. Solo la escalera… cuando estas abajo y miras hacia arriba se te hiela el cuerpo al imaginar a los prisioneros subiendo los bloques de piedra. La escalera era una de las principales causas de muerte en el campo, los presos agotados caían intentando subir y soltaban los bloques que rodaban escaleras abajo arroyando a los que estaban detrás. Decenas de muertes ocurrían en las escaleras diariamente.

Mientras subimos las escaleras para volver a la zona de barracones, la audioguía nos desvela otras atrocidades que ocurrían en Mauthausen. Los soldados de las SS obligaban a los prisioneros cargados a correr por las escaleras para forzar las caídas. A los que sobrevivían, les esperaba un fin todavía peor, el muro de los paracaidistas.
El corte de tierra de 30 m donde está la cantera, recibía este nombre porque los soldados obligaban a los prisioneros a empujar a sus compañeros por el muro, de lo contrario recibían un disparo en la cabeza.
Salimos de recinto sin apenas hablar, totalmente impactados por lo que aquí se vivió y ponemos rumbo a Linz.
Linz
Retrocedemos unos kilómetros para recorrer las calles de esta ciudad. Los horarios del Mauthausen Memorial nos habían obligado a visitar primero el campo de concentración, aunque era una parada posterior en nuestro viaje.
Linz es una ciudad de contrastes entre lo antiguo y lo moderno, edificios de diferentes épocas conviven a orillas del Danubio e impresionantes festivales de música. No teníamos mucho tiempo porque la visita a Mauthausen nos había llevado más de lo que teníamos planeado, de modo que decidimos tomarlo con calma y disfrutar de lo que nos diera tiempo de conocer.
En verano, la vida de la ciudad se desarrolla en torno al rio, bares, terrazas y mucha música, sobre todo de noche donde se puede disfrutar de increíbles conciertos.
Dejamos el coche en uno de los parkings cercanos a la Plaza Mayor de Linz, un lugar ideal para comenzar la visita. En la Hautplatz nos encontramos con dos interesantes paradas, el Ayuntamiento Viejo y la Columna de la Trinidad. El Ayuntamiento Viejo es un edificio del siglo dieciséis que se mezcla con los edificios modernos de la plaza. Una plaza que en el centro tiene una enorme columna de mármol coronada con un sol dorado, la Columna de la Trinidad.
Dejamos el coche en uno de los parkings cercanos a la Plaza Mayor de Linz, un lugar ideal para comenzar la visita. En la Hautplatz nos encontramos con dos interesantes paradas, el Ayuntamiento Viejo y la Columna de la Trinidad. El Ayuntamiento Viejo es un edificio del siglo dieciséis que se mezcla con los edificios modernos de la plaza. Una plaza que en el centro tiene una enorme columna de mármol coronada con un sol dorado, la Columna de la Trinidad.
En una de las salidas de la plaza se encuentra la Catedral Vieja de Linz, construida en el siglo XVII, de estilo barroco, fue la catedral de la ciudad hasta que en 1924 se construyó la nueva catedral. A pocos metros de la antigua Catedral se encuentran la Iglesia de los Frailes Menores y el Parlamento.

Plaza Mayor y cercanías
Nuestro paseo por Linz continua en dirección al Puente de los Nibelungos y así poder disfrutar del Danubio. El puente de los Nibelungos une la parte histórica de Linz con el barrio Urfahr. Desde el puente las vistas son magníficas, el rio el museo Ars Electronica Center y los parques a orillas del río.
En una de las salidas de la plaza se encuentra la Catedral Vieja de Linz, construida en el siglo XVII, de estilo barroco, fue la catedral de la ciudad hasta que en 1924 se construyó la nueva catedral. A pocos metros de la antigua Catedral se encuentran la Iglesia de los Frailes Menores y el Parlamento.

En este punto, teníamos la opción de seguir paseando, pero el calor nos obliga a hacer una parada y donde mejor que en la terraza del Ars Eelectronica Center. Sin duda un buen sitio para disfrutar de una cerveza y de unas buenas vistas del río y de la ciudad histórica.
Se nos hacía tarde y no nos quedaba más remedio que abandonar Linz y continuar el viaje, dormiríamos en Melk y aun teníamos una hora de viaje. Llegamos bastante tarde, el tiempo justo para hacer el checking y buscar un sitio para cenar.