Era nuestro último día en Cantabria y todavía nos quedaban dos de los pueblos más bonitos por visitar y disfrutar del último ratito de playa. Así no nos distrajimos mucho para empezar el día y poner rumbo a Santoña, nuestra primera parada.
Santoña
Santoña es uno de los pueblos más conocidos de Cantabria por el increíble producto que exportan, las anchoas. Y es que no hay nada mas famoso en toda Cantabria que las anchoas de Santoña, sin duda las mejores anchoas que uno puede comer. Pero Santoña, además de anchoas tiene mucho que ver.
Después de aparcar el coche en el paseo marítimo, el cual es digno de ver y sobre el que volveremos mas adelante. Fuimos paseando hasta la Plaza de San Antonio, con tal suerte, que en la plaza había una feria de la anchoa. Donde productores locales ofrecían para probar sus anchoas y donde pudimos comprar unas cuantas latas para llevarnos a casa. En la pagina del ayuntamiento de Santoña se puede ver cuales son las fechas de la feria.
Después de un rato de consumismo gourmet, volvimos al paseo marítimo callejeando por las calles de Santoña y disfrutando de su ajetreo. Desde el paseo marítimo se puede ver El Puntal de Laredo, la Ría de Treto y parte de las marismas de Santoña. Un buen paseo con magnificas vistas hasta llegar al Fuerte de San Martin.
Bastante mas lejos se encuentra el Faro del Caballo, uno de los sitios mas visitados de Santoña, pero que requiere de una ruta de 2 horas bordeando los acantilados. Sin duda una bonita ruta que termina con la imponente escalera que da acceso al faro y que tiene 700 escalones!! Sin duda la ruta y el faro merece la pena, pero hay que contar con el tiempo necesario para la ruta.
Nosotros ya estábamos escasos de tiempo y nos tuvimos que saltar la ruta, pero lo que no nos podíamos saltar era una visita a Playa de Berra. Una bonita playa llena de dunas y bastante tranquila porque se encuentra algo apartada. Como curiosidad, en esta playa se encuentra la cárcel el Penal de Dueso y el cementerio de Santoña, curiosos vecinos para una playa tan bonita.
El acceso a la playa desde Santoña bordea las Marismas, una maravilla para la vista y un buen lugar para avistamiento de aves.
Castro Urdiales
Desde Santoña, pusimos rumbo a lo que sería nuestra última parada pero no por ello menos importante, Casto Urdiales. El pueblo concentra la mayor parte de su vida y de su ajetreo en torno al mar con un precioso paseo marítimo que va desde la playa de Brazomar hasta la Iglesia de Santa María de la Asunción.
Una gran opción es recorrer el paseo marítimo con clama y disfrutar de algunos de los edificios mas bonitos, como puede ser la Casa Salvarrey, que con su aspecto señorial cuenta con mas de 120 años sobre sus pilares, puesto que se construyó en 1901.
En la punta opuesta de la playa de Brazomar, en lo alto de la colina, esta la preciosa Iglesia de Santa María de la Asunción. La Iglesia tiene un estilo gótico del siglo XIII y si tenéis suerte y esta abierta cuando la visitéis, el interior es aún más impresionante.
Detrás de Santa María de la Asunción están las ruinas de la Iglesia de San Pedro. Esta pequeña ermita formaba parte del complejo medieval del siglo XII. Y justo en la punta del acantilado, al lado de la Iglesia de San Pedro, el Faro – Castillo de Santa Ana. Originariamente se trataba de una fortaleza de la villa medieval que dio origen a Castro Urdiales, pero que muchos años mas tarde se utilizó como faro. El castillo se puede visitar, lo mejor es buscar en la pagina regional el horario de visita, si estáis interesados en la visita.
Y por fin el Puente Viejo, la imagen más fotografiada de Castro Urdiales. Es un puente que conecta el Castillo con la Ermita. La magia de este puente es el entrante de agua de mar que se produce con el oleaje y las mareas, que muchos jóvenes de la zona utilizan para practica de salto.
Después del recorrido por el paseo marítimo, es recomendable perderse un poco por las calles de Castro Urdiales y disfrutar de las increíbles edificaciones que se pueden ver. Destaca el Ayuntamiento, muy cerquita del puerto, con su aspecto de castillo. Os animamos a buscar otras casas de interés, como el Chalet de Sotileza, el Palacio de Ocharán, la Casa para Isidra del Cerro o el Castillo de Ocharán.
