Landmannalaugar y sus montañas de colores

DIA 3: Landmannlaugar, excursión de un día

¡Hoy es un gran día! Landmannalaugar es una de las rutas más ilusión nos hacía. Sabíamos que sería una excursión que nunca olvidaríamos y, efectivamente, fue uno de los días que más disfrutamos y en el que más aventuras tuvimos. Por supuesto te recomendamos incluir un día de excursión a Landmannalaugar

Cómo llegar a Landmannalaugar, Ruta F208

El día comenzaba muy temprano, teníamos 3 horas de viaje hasta llegar a uno de los lugares más apartados de Islandia. Landmannalaugar se encuentra en el interior de la isla, a unos 120 km de la Ring Road.

Desde el Nicehostel Seljaland en el que nos hospedamos teníamos que ir unos 20 minutos hacia atrás, para coger la carretera 271, ¡así volvíamos a ver Seljalandsfoss a lo lejos! Tras 12 km nos incorporamos a la Ruta 26 de Landvegur en dirección a Landmannalaugar. Empezaba la ruta por los bastos campos de lava y su característica arena negra y ceniza. Después de 50 km totalmente solos por los desiertos de lava, por fin llegamos al enlace con la carretera F26. Cuando ves los carteles indicando que la carretera solo es válida para coches 4×4, sabes que empieza la aventura.

Por eso es importante analizar qué coche alquilar en Islandia.

Llegar a Landmannalaugar, mejor por la carretera F26 + F208

Nos lanzamos a la carretera con cierto nerviosismo, siempre con la duda de encontrarnos con nuestro primer vadeo. Para nuestra sorpresa todo fue bastante sencillo, una carretera en malas condiciones, pero sin vadeos. Tras otros 20 km, en los que el conductor disfrutaba como un niño, llegamos a la «respetada» F208. Nos separaban 6 km de Landmannalaugar y de verdad se nota que estás en una carretera F. ¡Pero llegamos a nuestro destino sin problemas ni sobresaltos y sin vadeos! Nosotros íbamos preocupados hasta que vimos unos cuantos turismos que habían llegado hasta aquí y nos dio la risa. Realmente puedes llegar, lo que ocurre es que debe ser un camino bastante largo y molesto.

Un momento, ¡para llegar hasta el parking Landmannalaugar de hay que cruzar un río! No nos lo podíamos creer. Viendo que los coches que llevábamos delante aparcaban en un mini parking antes del vadeo y que ya no quedaba ningún hueco, decidimos cruzar. Con el pulso acelerado y viendo cómo mucha gente nos miraba conseguimos llegar a la otra orilla. Había más gente como nosotros y todos lo consiguieron.

Una recomendación, no veas en Youtube vídeos de los coches que no consiguen cruzar 😉

Excursión por Landmannalaugar

Cogimos las mochilas y fuimos primero hasta el punto de información que se encuentra al final del camping. Son unas casetas de madera donde puedes comprar un mapa de la zona por 300 ISK. Si no quieres comprar el mapa, en la pared de la caseta tienes uno que puede servirte para hacerte una idea de lo que quieres hacer. Los senderos están bien marcados, pero tienes libertad total para ir donde quieras.

Tienes opción de hacer varias rutas (el mapa te recomienda 6 rutas), algunas incluso duran varios días. Nosotros decidimos hacer una excursión de unas 4 horas por Landmannalaugar por el campo de lava de Laugahraun, el valle de Vondugil, subida al Brennisteinsalda y garganta Grænagil. Lo mejor del trekking: paisajes variados, vistas desde lo alto de las montañas de colores, fumarolas, nieve y río.

Empezamos saliendo por detrás del punto de información, dejando a la derecha las aguas termales de Landmannalaugar (por cierto, es precisamente lo que significa Landmannalaugar: piscinas del pueblo).

Lo primero que encontramos fue el enorme campo de lava de Laugahraun de unos 1200 metros de longitud. Al principio el sendero está muy bien marcado, incluso delimitado con cuerdas. Pero puedes adentrarte entre la lava y tener la sensación de estar en otro planeta.

Campo de lava Laugahraun en Landmannalaugar
Campo de lava Laugahraun

Tras el campo de lava, nos encontramos el enorme valle de Vondugil rodeado de las montañas de colores tan características de Landmannalaugar. Desde el valle podíamos contemplar todos esos colores tan característicos de la riolita y que parecen pintados.

Valle Vondugil - Landmannalaugar
Valle Vondugil

Ascenso a Brennisteinsalda

Nuestra intención era llegar hasta el final del valle y comenzar el ascenso a Brennisteinsalda (855 m.) por la cara norte. El ascenso era de gran pendiente, tuvimos que parar a respirar para llegar a la cima, pero una vez arriba nos quedamos alucinados con las vistas: montañas de colores, campos de lava y fumarolas.

Brennisteinsalda
Cumbre Brennisteinsalda

Aquí empieza la vuelta, el descenso lo hicimos directos a las fumarolas, que se encuentran al este Brennisteinsalda. A medida que nos acercábamos se empezaba a notar el olor a azufre tan característico, precisamente Brennisteinsalda significa «Ola de Azufre». En esta zona se puede ver el fango burbujeante que te recuerda que estás en una de las zonas geotérmicas más activas del planeta.

Tomamos la garganta de Grænagil, para bordear la montaña Bláhnúkur. Es sorprendente ver los colores que la ceniza, la tierra y el musgo han dejado en esta montaña. El curso del agua te devuelve al punto de inicio del trekking.

Garganta de Grænagil
Garganta de Grænagil

Con la sensación de haber realizado una ruta irrepetible, lo único que se puede hacer para mejorar el día es disfrutar de un baño en las aguas termales de Landmannalaugar. Son totalmente gratuitas, están al aire libre, por lo que tendrás que cambiarte desafiando el clima islandés. Sin olvidar que hay que volver y la F208 espera.

Vadeos en Landmannalaugar por la F208 (sur)

Llegó el momento de decir adiós a las magníficas montañas de colores, pero por suerte ahí no quedaba la cosa. Salimos del parking y volvimos a cruzar el río para dirigirnos a la carretera. Esta vez estaba un poco más lleno debido al deshielo que se había producido a lo largo del día.

Cuando llegamos al desvío, si volvíamos por la carretera por la que habíamos venido F208 (norte) + F26 eran 3 horas, sin embargo, si cogíamos por la F208 (sur) eran solo 75 km. ¿Pues qué decidimos nosotros? Pues sin dudarlo cogimos la F208 (sur).

A los 20 minutos de comenzar el camino, nos encontramos el primer vadeo.

Si quieres consejos para vadear ríos no te pierdas el post sobre viajar por Islandia en coche.

Carlos se bajó, se arremangó los pantalones y comenzó a cruzar el río helado. Le llegaba por las pantorrillas. Era nuestro primer vadeo, estábamos solos y en un río ancho, nos parecía que era como cruzar el mar. Mientras decidíamos si podíamos pasar o no, llegaron unos franceses que se bajaron y entre los 4 empezamos a ver si se podía o no cruzar.

Como locos por la F208

Estuvimos debatiendo, hasta que llegó otro 4*4 con otras 3 personas inglesas y un conductor noruego. Este no se lo pensó mucho y cruzó casi del tirón, tenía un coche más grande. ¡Nosotros cuando vimos que no corríamos gran riesgo fuimos detrás! Cuando llegas a la otra orilla es una explosión de sentimientos.

Los 3 coches íbamos juntos, la aventura nos había unido. Cruzamos unos 3 ríos más bastante pequeños y, cuando llevábamos un rato, nos volvimos a encontrar otro río que parecía el Océano Atlántico. Esta vez nos bajamos todos del coche y entre todos barajamos cuál era la mejora forma de cruzarlo.

Volver atrás o continuar por la F208

Hubo un momento de agobio y de pensar en volver atrás, pero claro, había que deshacer el camino y volver a cruzar los ríos cruzados. Así que continuamos hacia adelante. No sé cuántos ríos cruzamos, entre pequeños y grandes que te obligaban a pensar cómo vadear, cruzaríamos unos 10-12 ríos. ¡Fue una auténtica aventura!

Cuando ya no podía quedar mucho, nos encontramos la prueba final. ¡¡¡Pero vaya prueba!!! Además de nuestros amigos, había una caravana super 4*4 que se estaba pensando cómo cruzar. Madre mía, si éste se lo estaba pensando… ¿¿¿podríamos cruzar nosotros???

Después de estar un buen rato decidiendo, los ingleses fueron los primeros que se decidieron y allá que fuimos todos detrás. El agua nos llegaba por encima de las ruedas. En la otra orilla había un par de chavales grabando cómo cruzábamos todos los coches. Aquí me animé y pude sacar el móvil. ¡¡¡Y lo conseguimos!!! Eso sí, cuando vuelvo a ver el vídeo y recuerdo aquel momento, os prometo que se me pone un nudo en el estómago.

La pregunta es, ¿lo volveríamos a repetir? Debo decir que yo iba tan tensa, que no fui capaz de hacer fotos, pero el paisaje fue un espectáculo: valles y montañas de verdes brillantes, bañadas con ríos y cascadas, el paisaje más bonito de Islandia. Sin duda, lo volvería a repetir, pero eso sí, con un buen 4*4. Lo más curioso es que al final tardamos casi lo mismo que por el otro camino, jajaja, pero lo recordamos como la mejor aventura de Islandia.

La F208 la carretera más bonita

¿Lo recomendaríamos? Creemos que es una ruta que es mejor realizar con un guía local para no tener ningún susto, aunque si nosotros lo conseguimos no es imposible.

Llegamos al hostel, en Svinafell, era una pequeña casita muy básica, con un grupo de alemanes del que nos hicimos amigos. Una de ellas, una alemana viviendo en Málaga, por lo que acabamos hablando en español y pasando un buen rato.

Disfrutamos de una cerveza, el paisaje y los caballos de la granja y nos fuimos a dormir aún con luz, que la aventura nos había dejado agotados.

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