Laguna Myvatn y el volcán Krafla

DIA 6: Campos de azufre de Hverir – Krafla – Dimmuborgir – Laguna Myvatn

Hoy nos despertamos en Eskifjördur pensando directamente en el final de la ruta, la laguna Myvatn, una de las lagunas termales más famosas del país. Está situada en la zona conocida con el mismo nombre que la laguna y rodeada del típico paisaje geotérmico: volcanes, fumarolas y azufre.

Hablando con nuestro casero mientras desayunábamos, nos dio algunos consejos sobre la ruta del día. Como dentro del plan del día teníamos pensado ir hasta el volcán Askja, nos aconsejó dejarlo para otra ocasión, ya que el día no tenía pinta de abrir y seguramente nos encontráramos el volcán con niebla. Además, eran 5-6 horas de viaje por carreteras F y ya habíamos tenido suficiente aventura en la excursión a Landmannalaugar 🙂

Campos de azufre de Hverir

Con la ruta modificada, nos dirigimos hacia la laguna Myvatn y los campos de azufre de Hverir. Un paisaje de otro planeta, un desierto de roca y charcas de fango hirviendo acompañado de fumarolas y el inconfundible olor a azufre. Desde lejos veíamos el humo de las fumarolas y a medida que nos acercábamos se apreciaban los colores rojizos típicos de estas zonas geotérmicas.

Laguna Myvatn - Campos de azufre de Hverir
Campos de azufre de Hverir

Al salir del coche lo primero que notamos fue el olor, de verdad ¡pero que mal olía!, estas fumarolas tenían que ser grandes 🙂 Pero con el día tan frío que nos había tocado, pasear entre las fumarolas y el calor que desprendían, incluso se agradecía.

Volcán Krafla

Después de llevar un rato disfrutando del viaje a Marte, comenzó a llover, así que fue el momento de continuar con la ruta.

¡¡El volcán Krafla!! A tan solo 10 minutos de Hverir era una de las paradas obligatorias del día. Desde Hverir, tomamos la carretera que sale desde la Ring Road y antes de llegar nos encontramos con la Central de Energía Kröflustöd. A pocos metros vimos otra de las rarezas de Islandia, un baño. Sí, sí un baño con su lavabo y su ducha de agua caliente (por supuesto, esto es Islandia) en medio de la nada y al aire libre.

Myvatn - Krafla
Baño en Kröflustöð

Una vez en Krafla recomendamos hacer la ruta por arriba y rodear todo el cráter. Desde lo alto tendrás unas vistas alucinantes del agua turquesa del cráter y con las fumarolas de fondo. Hay algunas rutas que se pueden hacer desde Krafla, la más famosa es para ver el cráter Leirhnjukur, desde el parking hay unos 2 km.

Volcán Krafla
Día 6: Myvatn y el volcán Krafla

La fortaleza oscura de Dimmuborgir

Tras almorzar con las vistas del volcán Krafla, nuestra siguiente parada era Dimmu (oscura) borgir (fortaleza). A poca distancia de la laguna de Myvatn, la lava ha formado multitud de cuevas que dan lugar a numerosas leyendas, ya que son consideradas casas de duendes.

Puedes encontrar varias rutas posibles en Dimmuborgir, la más larga son unos 2,5 km, conocido con el nombre de Kirkjan. Nosotros realizamos este camino que nos llevó hasta la extraña cueva que da nombre a la ruta. Es imprescindible asomarse a la cueva Grjotagja. Cualquier fan de Juego de Tronos la reconocerá, aunque no sabemos si a Ygritte y a John Nieve les debió parecer confortable, el agua de la cueva está a más de 40 grados, por lo que está totalmente prohibido bañarse.

A continuación, os recomendamos subir por encima de la cueva. La visión de las grietas que aparecen por los movimientos de las placas tectónicas nos parecieron una pasada y hasta emocionantes.

Laguna Myvatn - Krafla - Dimmuborgir
Dimmuborgir

La laguna Myvatn, la "Blue Lagoon" del norte

Cansados ya de pasar frío en pleno julio, era el momento de pegarnos un homenaje. Sin duda, la mejor opción para mejorar este día de invierno que nos había tocado, era la laguna Myvatn. Es como la hermana pequeña de la Blue Lagoon, un poco más económica y rodeada de un paisaje natural increíble (5500 ISK por persona, unos 35€ pax).

Para nosotros una de las mejores lagunas de aguas termales de Islandia. Es una de las más grandes, con muchas piscinas a diferente temperatura y conectadas entre sí. Dispone de todo tipo de servicios, vestuarios, duchas y bar. Aunque hay bastante gente en la laguna de Myvatn, no hay sensación de agobio debido a las dimensiones.

La experiencia es alucinante, con un frío helador fuera mientras estás a unos 30 grados dándote un agradable baño.

Habiendo pasado algo más de una hora en remojo, era el momento de decir adiós y dejar la laguna de Myvatn para ir al hostel. Esa noche dormíamos en Grimstunga Guesthouse.

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